lunes, 30 de junio de 2008

Encuentro trans-mari-bollo antirrepresivo

Respuesta al V Eurogaylespol meeting.
4 de julio. Barcelona.

jueves, 26 de junio de 2008

28-J EN MADRÍ

Aunque yo no estaré (castellau de la plana is waiting for me), todas las ganas pa mis transmaribibolleras:

MANIFESTACIÓN Y ACTOS DEL DÍA DE LA LIBERACIÓN SEXUAL 'ORGULLO TRANS-MARI-BI-BOLLERO'

10.00-12.00 h. Taller: 'Ecofeminismos, Consumismo y Liberación Sexual' EPA Patio Maravillas. Sala 4. (C/Acuerdo,8.Noviciado)

12.00-19.00 h. EL PATIO SE TIÑE DE ARCO-IRIS Barra transmaribollera en el patio del Patio Maravillas

19.30 h. MARCHA DE MUJERES POR LA VISIBILIDAD LÉSBICA. CALLAO-SOL Organiza: CRECUL. Apoya: Bloque Alternativo para la Liberación Sexual

20.30 h. MANIFESTACIÓN ORGULLO TRANSMARIBOLLERO ANTICAPITALISTA 'Liberación Sexual sin consumismo.....No más Sangre por Petróleo!!'
Ministerio Asuntos Exteriores (Pza. Sta.Cruz)- Atocha- Pza Museo 'reina' Sofía.
Organiza: Bloque Alternativo para la Liberación Sexual y Encuentro Social Alternativo al Petroleo:
Este año, las corruptas elites de las multinacionales petroleras vienen a visitar Madrid. Presionan para que la economía siga basada en el despilfarro energético, incluso a costa de aumentar la desigualdad Norte-Sur o el evidente Cambio Climático. Todo para que solo una minoría de la humanidad pueda consumir sin freno. Creemos que nadie se libera consumiendo, que los derechos nos corresponden a las personas por el mero hecho de serlo. Lesbianas, Gays, Trans, Bisex y Queers de esta ciudad no vamos a celebrar el consumismo porque también queremos derechos sexuales y sociales para nuestras hermanas de Senegal o Bangladesh. Por eso vamos a salir a manifestar nuestro orgullo transmaribollero junto a nuestras compañeras del Encuentro Social Alternativo al Petróleo (ESAP).
El 28 de junio es nuestro día y vamos a salir a la calle a celebrarlo. Os esperamos.

miércoles, 25 de junio de 2008

Y el akelarre vio la luz...

Ahí van los hechizos feministas que recitamos al calor de las hogueras y la rabia brujeril. Gracias a Gaelx por pasarlos a ordenao:

INVOCACIÓN:

Por el poder que nos hemos autoconferido, invocamos “a todas nuestras hermanas brujas, las primeras guerrilleras y luchadoras de la resistencia a través de todos los tiempos” y reivindicamos:
la sabiduría femenina, la maldad femenina, la fealdad, la rareza, la extravagancia, el bizarrismo, la hipertrofia y la multiformidad.
Reivindicamos a las mujeres barbudas, a las sucias, a las abuelas con perfume del todo a 100, a las malolientes y hediondas, a la femme fatal de paso firme, a la camionera de pelo en pecho.
Reivindicamos los pelos del sobaco y los coños depilados.
Reivindicamos nuestro derecho a quemarlo todo, a crearlo todo, a ser las mujeres que nos dé la gana, a ser lo que nos dé la gana, a inventarnos y reiventarnos una y otra vez.
Reivindicamos nuestro derecho a no sentir miedo, a provocar miedo, a subvertir, transgredir, desordenar, desbaratar.
Reivindicamos nuestro derecho a desobedecer.
Reivindicamos nuestro derecho a equivocarnos, a garabatear nuestro deseo cómo y las veces que nos dé la gana, a penetrarnos las orejas, a dildearnos el ombligo, a vender nuestros anos, a manipular nuestros cuerpos -cuerpos que son campos de batalla-, a masturbarnos hasta el infinito. Do it yourself!
Reivindicamos el ser antipáticas, el ser amorosas, ser duras como las piedras o blandas como los mocos, firmes como una verga erecta, suaves y resbaladizas como la sangre menstrual.

Porque la brujería es rebelión,
porque la brujería es poder,
porque la brujería es nuestra historia.
¡Porque brujas somos todas!

QUEMA EN LA HOGUERA:

[Mostrando un euro y quemándolo después]
Porque nos convierte en objetos de consumo y mercantiliza nuestras relaciones... ¿qué le decimos al capital?
¡ARDE, CAPITAL ARDE!

[Mostrando una bandera española (y quemándola)]
Porque las mujeres no tenemos patria; somos exiliadas permanentes. Porque no queremos ni patria, ni jefe, ni marido... ¿qué le decimos a la patria?
¡ARDE, PATRIA, ARDE!

[Mostrando un sujetador (y quemándolo)]
Porque este sujetador es el símbolo de todos los corsés, constreñimientos, moldes, sujeciones. Porque no somos sujetables y nuestros cuerpos son incontenibles... ¿qué le decimos a los corsés?
¡ARDE, CORSÉ, ARDE!


[Mostrando una revista “para mujeres” (y quemándola)]
Porque no soy ésa. Porque yo no soy ésta. Porque me aburre, porque me duele, porque no quiero ser la que se amolda a su deseo. Porque sin ti, soy yo... ¿qué le decimos al heteropatriarcado?
¡ARDE, HETEROPATRIARCADO, ARDE!

[Mostrando una imagen de la virgen María (y quemándola!)]
Porque tú me quieres pura, porque tú me quieres santa, ¡porque tú me tienes harta!... ¿qué le decimos a la virgen santa?
¡ARDE, VIRGEN SANTA, ARDE!

CIERRE:

Aunque no lo sepas, eres una bruja. Eres una bruja cuando dices “no”, cuando eres valiente, cuando criticas, cuando no te conformas, cuando no consumes, cuando no aceptas, cuando exploras, cuando piensas demasiado, cuando ríes a carcajadas, cuando lloras sin motivo…
cuando entras a un bar y pides mesa para una.

El Grito de las Brujas. 23 de junio de 2008. Parque de la Cornisa, Madrid.

Y hay un VÍDEO DE LA ACCIÓN subido aquí (yo aún no me lo he podido descargar, pero bueno...) Gracias Paula-bruja-sin-disfraz!!

lunes, 23 de junio de 2008

AKELARRE HOY_22.30_parque de la cornisa


Jejeje, qué malas, pero qué malas somos las brujillas...
Retomando las armas de subversión os convocamos esta noche a las 22.30 en el parque de la cornisa (y no en las vistillas como dice el panfletillo) a akelarrear con nosotras.
Brujas malvadas, seres indefinidos, multiformes, hipertrofiados y demás raritxs serán bienvenidxs.

domingo, 22 de junio de 2008

Post Porno

Publicado hace un par de días en Público (recomiendo la lectura de los comentarios al artículo; no tienen desperdicio), encontrado en el blog de Pornolab, y realizado por el periodista/guionista de cómic/documentalista/activista Javier Rada. Recomendamos la lectura de este post y de éste también (ambos con dibujos del genial Eneko).

Ahí va:

Post Porno
Mientras Madrid acoge el comercial Festival de Cine Erótico, ciudades como Barcelona o Donosti apuestan por una visión alternativa del género X, con espíritu punk y alma feminista: así es el porno después del porno.

Miembros de movimientos como Girls Who Like Porno o Go Fist Foundation son pioneros del post porno. - Guillermo Barberá

Está en la simbología antigua. La primera compañera de Adán, Lilith, tenía el pelo enloquecido, culebras de fuego. Se dejó seducir por la libertad, la lujuria y la creación. En su huida del Edén, descendió a los submundos: exploró la disidencia. Y Dios reinventó a Eva para asegurar el sistema patriarcal y heterocentrado. Orden versus caos. Amén. Esta metáfora bíblica nos sirve para explicar el movimiento post porno. O el nuevo feminismo porno punk, o “si no te gusta el porno, hazlo tú mismo”. Rebélate.

Contra penes cárcel, vaginas reja. Pornografía zafia, clónica, machista. Mientras Madrid prepara este fin de semana el gran encuentro de la pornografía comercial, el Festival Internacional de Cine Erótico (Ficeb 2008), en Donosti se está preparando un seminario de Feminismo Porno Punk, organizado por la filósofa Beatriz Preciado en el centro Arteleku, del próximo 2 al 5 de julio. Será un encuentro internacional de lo que ha venido a denominarse como post pornografía, tendencia artística y activista que recupera para las minorías la representación por antonomasia de la sexualidad.

“El post porno consiste en la representación de las sexualidades alternativas, es salirse de la industria”, explica María Llopis, precursora de este movimiento en España, y antigua Girls Who Like Porno (plataforma artística que promovió de 2003 a 2008). “Por ejemplo, me gusta el porno hardcore, pero con mujeres poderosas que sometan a hombres pasivos y débiles. Si una chica flaca y enfermiza puede llegar a ser sexy, ¿por qué no lo puede ser un tío?”, dice María, que actualmente está inmersa en un proyecto para crear en la Red un PornoTube de post porno llamado ntmcy.com.

Poetas (y okupas) del sexo...

El movimiento español, con su bastión barcelonés, parte de pornopoetisas, revolucionarias del sexo, talleres prácticos, charlas en museos o casas okupas, desconstructores de realidades absolutas y por lo tanto anodinas. Su placer es la performance, el video, salidas de sexo públicas, provocación, y ante todo “experimentación”, dice Carolina, de Go Fist Foundation. “Es una crítica, no nos gusta como trata a la mujer la pornografía, de este modo plasmamos nuestras inquietudes”, añade.

Su colectivo lleva las premisas en el nombre: fist fucking (introducir el puño por la cavidad anal o vaginal). “Estamos hartas del porno genital, ves una imagen lésbica y en realidad está rodada bajo una visión heterosexual. Nosotras nos planteamos todo desde otra perspectica, desde el sadomasoquismo a los roles de género”, explica su compañera Idoya.

El post porno nació en Estados Unidos en la década de los años noventa, relacionado con el activismo queer (movimiento de resistencia a la heterosexualidad dominante) y el post feminismo. Artistas como Annie Sprinkle, que participará en Arteleku, artista y ex actriz porno, Bruce Labruce (porno revolucionario o agitporn), Emilie Jouvet (porno queer), o Shu Lea Cheang (porno experimental) han convertido el género en un punto de referencia de la otra conciencia pornográfica.

...y pornoterrorismo

“Visibiliza a aquellxs que hasta ahora habíamos sido ignoradxs, cuerpos considerados desviados, patológicos, y los mostramos como algo bello que no hay que cambiar”, explica Elena, de la plataforma Post Op. Las “x” de su declaración las incluimos a petición suya, para “no caer en la discordancia de géneros” contra la que luchan.

Porno comercial. Adán, harto, regresa de visitar a Onán. Tiene un pacto, no con el diablo, sino con la industria de la servilleta de papel. Sueños húmedos pasados por agua helada. Un universo estrecho: el eterno eyacular en el rostro de chicas anoréxicas. Y para ello, Lilith tiene una respuesta punk, subversiva. “Mi trabajo es el pornoterrorismo, una fusión entre la imagen sexual y la pornografía que ves en el telediario, como por ejemplo, un tío explotado en el mercado. Quiero conseguir excitar a través del terror, desbloquear los mecanismos de excitación”, explica Diana, poeta, performancer, y naturalmente, pornoterrorista.

Al final, todo es política

Producciones disidentes de ayer y hoy. Sujetos estigmatizados. Cuerpos no-blancos, transexuales, intersexuales y transgénero, deformes o discapacitados. El post porno enseña que la pornografía es una cuestión esencialmente política. “No hay pornografía sin un contexto legal que defina los límites de lo que es públicamente visible. Comparte con el movimiento punk un cierto gusto por el feísmo, una estética barata y anticonsumista y la conciencia de que buena parte de la batalla política se libra en el cuerpo”, sentencia Beatriz Preciado.
Y Litih repuso a Adán (a lo heteronormativo, a lo sexista, al poder): “Por qué yo debo estar siempre debajo si fuimos creados iguales”. Lilith no era hombre, no era mujer, era quién quiso ser. Y voló lejos, a su cueva, y reinventó su sexualidad post Edén.

jueves, 19 de junio de 2008

Mauro Cabral

Sí, sí, ya sé que os debo una crónica cerdeñesca pero ahora no tengo ganas; tengo que digerir todos los procesos que me atraviesan últimamente y después os cuento. Ea.
Mientras, una entrevista al interesantísimo Mauro Cabral. La encontré en el blog de Aloe Fresa pero la escribió Bruno Bimbi para la revista imperio G.

Cordobés, transexual, activista, de 34 años, colabora como experto en temas de intersexualidad y transgeneridad con el programa latinoamericano de IGLHRC. Licenciado en Historia y doctorando en Filosofía, es una de las personas que más ha estudiado estas cuestiones en nuestro país. Aquí señala mitos y errores en el tratamiento de esta temática en los medios, y desnuda el mundo trans, tanto en la teoría como desde su propia experiencia.

“No estoy atrapad* en un cuerpo equivocado, dijo una vez Leslie Feinberg. Sólo estoy atrapad*. Cada vez que una noticia sobre cambio de sexo centellea en los medios, las personas trans revivimos, amplificado, un calvario cotidiano. Basta que un juez decida reconocer a una persona asignada al género femenino al nacer como hombre para que el coro mediático repita: mujer, mujer, mujer. ‘La mujer sería intervenida...’, ‘Por primera vez una mujer...’, hasta la náusea”, escribió Mauro Cabral en un reciente artículo publicado en Las/12, y esas palabras me convencieron de comunicarme con él para esta entrevista.

Como en aquella hermosa obra de teatro de Griselda Gambaro en la que una empleada doméstica es obligada por sus sucesivas patronas a cambiar su nombre (el título de la obra es, justamente, El nombre), el fenómeno trans pone en cuestión nuestras precarias nociones acerca de la identidad -en este caso, de género-.

¿De qué hablamos cuando hablamos de personas trans? Lo que sobreentendemos y lo que suponemos se derrumba con alguna de las respuestas de este joven cordobés, transexual, activista, licenciado en Historia y doctorando en Filosofía, que con su modo de hablar cuidadoso y detallista responde cosas que, para muchos, aún no han llegado siquiera a ser preguntas.La primera vez que hablamos, escuché en el teléfono la voz de un chico, y estúpidamente me sorprendí. Después se lo confesé: no sé con qué pensaba -desde algún recóndito escondite de prejuicios internalizados- que me iba a encontrar. No estamos exentos de nada, sobre todo de prejuicios, y hay un universo de cosas que desconocemos. Por eso, la conversación con Mauro Cabral es sumamente enriquecedora.


-¿Cómo te llamás?

-Uso varios nombres distintos, para la academia, la escritura, la cama, etc. Pero por lo general, y desde hace más de una década, digo que me llamo Mauro Cabral.

-¿Y cómo dice tu DNI que te llamás?

-El nombre que figura es el que mis padres eligieron.

-¿Por qué?

-Porque es el que la ley reconoce. Cambiarlo exigiría una serie de procedimientos psiquiátricos, quirúrgicos y legales a los que no voy a prestarme, y exigiría decir que “no soy” esa persona, sino que, más bien, “soy” otro. Es decir, sería reconocerme en una concepción de la identidad que me es extraña, puesto que soy la persona de la que mi DNI habla, pero también soy este que soy. Por supuesto, que tu apariencia física contradiga lo que el DNI informa causa innumerables problemas -para hacer trámites, usar la tarjeta de crédito, cruzar una frontera, enfrentar a la policía- pero, al mismo tiempo, da la oportunidad invalorable de contar una historia, de producir un estremecimiento en la lógica de la identidad y su relación con el cuerpo y la expresión de género.

-¿En algún momento sentiste que el nombre que figura en los papeles no hablaba de vos?

- Mi nombre legal, y el nombre que uso cotidianamente forman parte de la misma narrativa biográfica, ambos hablan de mí en tiempos distintos, contextos distintos, relaciones distintas. La idea de que la identidad de las personas reside en su nombre es una idea occidental, vinculada a concepciones en torno a la autenticidad que son extrañas en muchos otros lugares del mundo -hay quienes tienen nombres religiosos, nombres legales y nombres étnicos, por ejemplo-. Me siento más cercano a ese entramado cultural que al sentido de autenticidad de nuestra propia cultura. En algún momento de mi vida sentí que la historia que podía contar de mí precisaba de un cambio en la posición enunciativa, que no tenía que ver con hacer más verdadero el relato, más aproximado a lo que soy, sino con el placer de pronunciar palabras desde cierto lugar, de experimentar la contradicción entre mi nombre y mi apariencia, explorar otros modos de la masculinidad, ser llamado de otro modo. Pero creo que nadie siente del todo que el nombre que figura en los papeles habla de sí, sin fisuras. Me parece que del nombre propio tod*s estamos desplazad*s, sin remedio -y por suerte-. En nuestra cultura la asignación de género y la atribución de un nombre al nacer son instancias decisivas, dramáticas, pero son siempre apuestas, expectativas, esperanzas. Y no hay quien no las contradiga de un modo u otro: desde un principio no somos es* a quien nuestr*s progenitor*s esperaban.

- Contame un poco sobre tu historia...

-Nací y viví toda mi vida en Córdoba. Tengo 34 años, me dedico a la Historia y la Filosofía. Comencé a trabajar en el activismo gltbi hace diez años. Participo de varias movidas poéticas/políticas radicales y, paradójicamente, de un espacio institucional: el Area Trans e Intersex del Programa para América Latina y el Caribe de la Comisión Internacional de Derechos Humanos para Gays y Lesbianas (IGLHRC por su siglas en inglés).Como la mayoría de las personas intersex en Occidente, fui sometido a procedimientos quirúrgicos no deseados, destinados a “normalizar” la apariencia de mis genitales. Y como la mayor parte de las personas trans, me encuentro atrapado en una ontología genérica binaria, donde mi cuerpo y mi palabra son cuestionados desde lógicas tanto heteronormativas como homonormativas.Quizás por las experiencias que me ha tocado vivir, mi producción tanto teórica como política se centra en la discusión en torno a nuestro status -epistemológico, ético y político-. Resulta muy difícil encontrar espacios, tanto académicos como políticos, donde las personas trans o intersex podamos articular nuestro propio discurso, sin la mediación constante de “expertos”, sin el constante “hablar de” o “hablar sobre”, en lugar del “hablar con”. Mucho más difícil aún es hallar sitios donde nuestros cuerpos, sexualidades y géneros sean celebrados. No “aceptados”, “tolerados”, “defendidos” o “apoyados”. No hablo ni de solidaridad, ni de comprensión, ni de ayuda, sino de celebración. Por lo tanto, gran parte del trabajo que comparto con otros activistas -como Joaquín Ibarburu, Ariel Rojman, Marlene Wayar, Maximiliano Haedo, Joaquín Insausti, Dawson Horwitz, Lohana Berkins, entre otros- pasa por la fiesta, por el celebrar justamente aquello que parece culturalmente imposible celebrar: eso que somos.


-Siempre que se hacen públicos casos de operaciones de cambio de sexo, los medios hablan de “un hombre que quiere ser mujer” o “una mujer que quiere ser hombre”. ¿Sos una mujer que quiere ser hombre o simplemente un hombre?

-Ninguna de las dos cosas. No tengo la menor idea de lo que puede querer decir “simplemente un hombre” (ninguna identidad es simple), ni estoy seguro de lo que significaría ser “una mujer que quiere…”. De lo que estoy absolutamente seguro es de que no quiero ser un hombre, cualquier cosa que eso signifique. Soy una persona que se reconoce a sí misma en cierta narrativa intersex y cierta narrativa trans, con las reservas del caso (es decir, sabiendo que cada vida individual contradice irremisiblemente, en cierto punto, los estereotipos que sustenta cada narrativa generalizada). Me ubico a mí mismo en una de las muchas posibilidades del género masculino, sin que eso implique intentar fundir mi experiencia en las masculinidades de los hombres, ni transformar mi cuerpo en el cuerpo de un hombre. Hay varias maneras de inscribir esa posición -es por eso que me puedo presentar como un hombre trans, un hombre intersex…- pero creo que “un tipo” es la que me gusta más.Uno de los problemas más arduos que enfrentamos las personas trans es la permanente codificación de nuestra experiencia en términos estrechos. Si no te movés de mujer a hombre o de hombre a mujer, daría la impresión que te caés fuera de la inteligibilidad del relato. Y esto no tiene como única consecuencia la incapacidad general para imaginar historias trans o intersex no reducidas al “sos esto, querés ser esto otro”, sino también el panorama axiológico que nos rodea. Si todo se reduce a ser una cosa y querer ser la otra, los dispositivos que reifican el binario de género, las instancias biotecnológicas que regulan y controlan nuestra existencia son considerados aspectos necesarios y hasta beneficiosos. Esto es llamativo en el caso de la demanda de esterilización: como los hombres trans somos reducidos a la convicción de ser hombres o al deseo de serlo, y todo el mundo sabe o cree saber lo que un hombre es (y lo que debe ser), y los hombres no dan a luz (ni deben hacerlo), los hombres trans deben probarle a la Justicia que son estériles si desean ser reconocidos como hombres. Porque además tampoco parece pensable la existencia de hombres trans que tienen sexo con hombres. Por ello, parte de nuestro desafío es ampliar la inteligibilidad, para que otros relatos puedan ser hablados y escuchados.


- Es interesante esa diferencia entre el ser y el querer ser: ¿hasta dónde es válido el discurso del tránsito entre una cosa y la otra que necesariamente pasa por el quirófano, como si las personas trans sólo pudieran ser hombres o mujeres después de operarse? ¿Y antes qué eran?

-La transgeneridad es un universo amplio y complejo, que incluye narrativas a veces muy diferentes entre sí. Por identidad de género se entiende el sentido que cada cual tiene de sí mism* en términos generizados, es decir su sentido interior de ser o de reconocerse como travesti, mujer, hombre, dos espíritus, intersex, trans, etc. Por lo general, los Estados reconocen sólo dos identidades de género posibles (hombre o mujer), una ficción jurídica destinada a producir y administrar un cierto orden del mundo que no debe confundirse con la multiplicidad de experiencias del género, a riesgo de eliminar de nuestra consideración todo aquello que no tiene estatus legal. Muchas personas que se identifican de un modo diferente al que se les asignó al nacer sienten que estarían más cómodas, serían más felices, podrían expresarse mejor a sí mismas, disfrutarían más de su cuerpo y de su sexualidad, si pudieran acceder a ciertas tecnologías de modificación corporal. Como en todos los casos, aquí también hay diversas razones y discursos: hay quienes hablan de “convertirse en”, hay quienes hablan de “adecuarse a”, hay quienes hablan de “disfrutar más así”, hay quienes dicen “porque lo deseo y punto”. Todos esos discursos me parecen válidos a nivel de la experiencia personal (que es, en última instancia, el único nivel en el que adquieren sentido pleno), aunque considero que sus efectos éticos y políticos, así como sus supuestos metafísicos y epistemológicos deben ser debatidos.Las personas trans no somos una especie, esa idea existe sólo en el afán taxomomizador de la biomedicina y el derecho. Saber qué eran antes y qué son después de la cirugía es algo que depende exclusivamente de la narrativa biográfica de cada uno.


-¿Qué sentís cuando los diarios informan sobre una mujer trans que logró usar en su documento una foto real que la muestra como es, pero el título de la nota habla de él, negando lo que la misma noticia está informando?

-Siento que se reproducen concepciones reduccionistas de la subjetividad, donde la asignación de género en el momento de nacer, la inscripción de los sujetos en el orden de la ley y la codificación bioanatómica de nuestra existencia son consideradas verdades atemporales, frente a las cuales ni el sujeto, ni su palabra, ni su deseo pueden ser reconocidos y respetados. No entiendo bien en qué consiste el beneficio de perseverar en la estupidez, en la ignorancia y en la crueldad, pero yo no vendo diarios.Por otra parte, yo no creo en la distinción entre fotos reales e irreales. Si me obligaran a salir en una foto con el pelo largo, por ejemplo, sin duda se trataría de mí y de mi situación real: la de ser una persona cuya expresión de género no es respetada. Debemos explorar otros vocabularios, y deshacernos de la carga de realidad y de autenticidad que vincula el goce pleno de los derechos humanos al ser “verdaderamente” alguien o algo. ¿Por qué mis derechos están atados a la prueba de la autenticidad? ¿Soy más auténticamente un hombre si uso el pelo corto o me gusta jugar al fútbol?Se trata de visibilizar cuál es del destino de aquell*s que contradicen la autenticidad debida, si son atrapad*s dentro de una nueva autenticidad (el “transexualismo verdadero”, por ejemplo), o equiparad*s a lo falso (como ocurre con las travestis) o a lo inarticulable (como los “genitales ambiguos”), y cuáles son las consecuencias de estar en el exterior constitutivo de lo auténtico.


-¿Qué papel juega ese uso del lenguaje en los medios?

-Los medios juegan, por lo general, un papel atroz, en tanto reproducen, incluso cuando intentan ser progres, los mismos argumentos que transforman la vida de las personas trans en un infierno. Eso no ocurre sólo cuando presentan a una mujer trans como “un hombre”, sino también cuando reducen la experiencia trans a la lógica del caso, cuando afirman la existencia del transexualismo como una entidad objetiva, ahistórica, cuando dan por sentado que toda persona trans sufre, cuando encuentran perfectamente lógico que la Justicia demande cirugías a cambio de reconocimiento de la identidad de género, etc. Algo similar ocurre con los medios gltbi, así como con los informes elaborados por muchos grupos gltbi, donde, por ejemplo, se coloca por lo general el nombre legal entre paréntesis, luego del nombre trans de una persona de cuyo asesinato se informa. ¿Qué es lo que se dice sobre la verdad, la ley y nuestras concepciones acerca del cuerpo y de la identidad? ¿Qué valoramos? Los medios tienen, a mí entender, un papel que han renunciado a ejercer: su contribución a la formación de una opinión pública crítica. En relación con las cuestiones trans, han perdido una y otra vez la oportunidad de introducir nuevos modos de pensar e intervenir en la realidad, siquiera como preguntas. Yo no creo en la corrección política, y valoro la diversidad de posiciones. Pero los medios cierran el acceso a todo discurso no homogenizado, a toda perspectiva heterodoxa sobre éstas y otras cuestiones.


-Hablemos de legislación y de los reclamos del movimiento trans respecto a las leyes que deberían cambiarse…

-En la Argentina no hay una ley de transexualidad. La ley 17 132, que regula el ejercicio de la medicina, prohíbe la realización de cirugías que asociaríamos con cambio de sexo. Lo mismo ocurre con el Código Penal. Ambas instancias reconocen que las cirugías pueden realizarse, siempre que se cuente con autorización judicial, lo cual coloca a la persona trans una y otra vez a merced del arbitrio de un juez. Una revisión por las sentencias argentinas pone en evidencia lo atada que está nuestra Justicia a los estereotipos de género. Los fallos han sido crecientemente favorables, pero lo que a mí me preocupa es el modo en el que esos fallos vinculan el derecho al reconocimiento legal de la identidad de género al “transexualismo verdadero”, es decir, a una comprobación de patología que es, en última instancia, una comprobación del sufrimiento. No es posible cambiar el nombre y el género por placer, por deseo, por bienestar. Al mismo tiempo, esas mismas sentencias vinculan necesariamente el reconocimiento de la identidad de género con formas estereotipadas de la expresión de género (hombres masculinos y mujeres femeninas), de la sexualidad (tod*s heterosexuales), y también de la morfología corporal. Es decir, la Justicia es un dispositivo a través del cual se reinstituyen, una y otra vez, relaciones necesarias entre el cuerpo y la identidad, algo que la transgeneridad viene poniendo en cuestión desde hace más de 30 años. Sin embargo, seguimos siendo interpretad*s y representad*s por expert*s.

domingo, 8 de junio de 2008

GOLDIE AND THE GINGERBREADS

Y le daba vueltas y vueltas a qué publicar en mi entrada número 100. Y... lo encontré! Así, con mi bicheo habitual por las redes cibernéticas (y no) di con ellas: el primer grupo de rock -bajo un sello discográfico- compuesto excluisvamente por mujeres: GOLDIE AND THE GINGERBREADS. Ginger Bianco, Margo Lewis, Carol MacDonald y Genya Ravan rompieron la norma tácita de no participar en un mundo dominado por los hombres. Empezaron en la década de los 60, coninuaron su camino muchas más.
A ellas mi microhomenaje.
A Laurinha, avispilla que no cesa de picarme los afectos, las ganas, la energy y mi propia existencia como queen-king, brujilla incombustible donde las haya, le dedico esta entrada. Riot Grrrl forever!

viernes, 6 de junio de 2008

A igreja mata

Con motivo de la 3ª marcha queer precaria del 28J en Queerunha con el lema "A igreja mata. Apostata!" las Maribolheras Precárias se han currao este potentísimo spot denunciando a la iglesia católica y sus lindas, lindas acciones a lo largo de la historia.

REINVENTEMOS O FUTURO!!!:

miércoles, 4 de junio de 2008

DISOBEDIENCE

martes, 3 de junio de 2008

EL PATIO NO SE CIERRA, MALASAÑA NO SE VENDE

Manifestación Sabado 7 de Junio 18h Plaza de Eppaña (Madrid)

El próximo día 7 de junio vamos a salir a la calle por un montón de motivos:

01. El Patio en alerta
Desde hace semanas el Patio Maravillas se encuentra en situación de alerta. Sabemos que el propietario del edificio abandonado de la calle Acuerdo 8, donde hoy vive el Patio, ha iniciado una campaña judicial para echar del mismo a las gentes y los proyectos que le han dado vida en los últimos once meses. Nos hemos personado en ese proceso judicial presentando 150 autoinculpaciones que dicen algo tan sencillo como que el juez tiene la obligación de escuchar a aquell@s que han convertido en algo vivo un edificio muerto en manos de la especulación.
Estamos en alerta, pero como no nos gusta pasar susto y nos va la marcha cosa mala, vamos a salir a la calle el próximo 7 de Junio. A celebrar que el Patio está vivo, que no se cierra y que vamos a defenderlo.

02. ¡Autogestión! ¡Experimentación! Y otras palabras que acaban en "on"
Desde que nació, allá por Julio de 2007, el Patio Maravillas ha puesto en marcha numerosos experimentos y se ha caracterizado por ser un espacio abierto a la ciudadanía y dispuesto a cometer suficientes errores como para ser interesante.
Entre esos experimentos uno de ellos tiene por nombre "autogestión", que quiere decir ni más ni menos que hemos sido capaces de organizarnos de manera autónoma, participativa, directa y tomando nuestra propia vida en nuestras propias manos sin delegar en nadie.
El próximo día 7 de Junio vamos a salir a la calle para defender también estas cosas y todos los proyectos, los hombres y mujeres que se los pelean cada día en nuestros barrios y ciudades.

03. Abrir espacios
Las miles de personas que han atravesado, vivido y cambiado el Patio en todo este tiempo saben que es necesario y urgente abrir espacios en esta ciudad para que la potencia que somos se exprese con toda libertad.
El Patio es una pequeña posibilidad entre tantas otras de hacer que esos espacios crezcan. De devolvernos lo que es nuestro y nos ha sido robado: la ciudad, la vida, el tiempo.
Por eso también estaremos en la calle el 7 de junio.

04. Expropiación
Cuando entramos en el Patio empeñamos nuestra palabra y dijimos que el Patio era una dotación social del barrio y de la ciudad y que había que defenderla. Por ello hemos decidido lanzar una campaña pública parasolicitar la expropiación del edificio. Es decir, para que pase de la gestión privada y especuladora de su dueño a la ciudadanía de Madrid.
Y por ese proyecto también estaremos en la calle el 7 de junio.

05. Quien avisa no es traidor
El día 7 vamos a salir a la calle a reivindicar que el Patio es mucho más que sus paredes y que pase lo que pase va a seguir existiendo. Que los proyectos que hoy están en peligro van a seguir adelante, que las vidasque hoy están en alerta van a seguir rebelándose. Que la ciudad que el Patio defiende va a seguir contando con el Patio como recurso. Que la mejor defensa es un buen ataque y que, como siempre, no estamos quietos, sino en movimiento.

06.- Solos no podemos, con amigos y amigas, sí
El Patio es un ejemplo pequeño de una pelea pequeña de cómo la ciudad que soñamos se construye cotidianamente y se rebela contra la ley de la gravedad de la ciudad enladrillada y privatizada que se nos quiere imponer desde arriba.
Sabemos que solos no podemos defenderlo igual que sabemos que esa ciudad la tenemos que construir entre todas y todos. Por eso, creemos que defender el Patio es defender también que Malasaña sea un barrio distintoy que Madrid sea una ciudad distinta.

Por eso vamos a estar en la calle el 7 de junio. ¿Te apuntas?

Para participar en la campaña de apoyo: http://apoyos.patiomaravillas.net/ http://promo.patiomaravillas.net/ apoyos@patiomaravillas.net