#BastaDeAcosoAlFeminismo: para ir cerrando este proceso (por ahora)...

...dos textitos que he encontrado por ahí y un artículo que me parecen interesantes para contestar a la ola de mierda que nos ha caído encima. Sin lugar a dudas, resistiremos: 

El primero del programa de radio feminista Enredadas Mujeres, de Radio Malva, titulado "Mujeres agresivas reivindicando la violencia negada":

"AVISO A LXS NAVEGANTES:

Este es un canal con una clara ideología política, feminista, sin cualquier pretensión en vender una falsa imagen de periodismo imparcial. Hasta porque creemos que el concepto de imparcialidad es una falacia. Somos parciales y, con eso, lo más honestas que podamos serlo. Aquí no hay cabida para misoginia, machismo, xenofobia, lesbofobia, homofobia o cualquier otro tipo de prejuicio y trolleo habitual. Parafraseando nuestra querida Alicia, "no os dejamos hablar, básicamente porque no nos sale del coño. Tenéis toda la sociedad, las instituciones y casi toda Internet para soltar toda vuestra misoginia. Aquí no vais a hacerlo". No perdáis vuestro tiempo si no es para un debate sano y constructivo. Soltad vuestra verborrea misógina en otro espacio".

El segundo escrito por Sayak Valencia en 2008:

"La Masculinidad, el imaginario visual y las (eternas) violencias contra las mujeres:

Esto es una nota de ciertas cosas que me rondan por la cabeza desde hace algunos meses. He ido mucho al cine este verano, como ningun otro de mi vida, creo que la canícula se soporta mejor dentro de una pieza oscura, dentro del anonimato y la cercanía prestada que te dan otros anonimatos. Sin embargo, este texto no va de eso, pretende acercarse a cómo se esta revisando de una manera sutil a la Masculinidad, de repente en todas películas que he visto desde ANTICRIST de Lars Von Trier hasta Mapa de los sonidos de Tokyo de Isabel Coixet, pasando por UP de pixar, dejan tras de sí una serie de mujeres muertas y miedo evidente a la desvirilización, las patadas de ahogado, la agonizante masculinidad hegemonica que en su empeño por reafirmarse matan realmente a las mujeres, para no ver el ejercicio de sus masculinidades cuestionada, por no desobedecer al género, por sentir horriblemente amenazados ante un sistema donde ya no son los reyes del mundo y no por culpa de las mujeres (como se ha pretendido a través de la historia) como se trata de presentar en el imagiinario social sino por suerte de todas las desavenencias que ha traído el capitalismo que ya no puede legitimar a todos los varones, sí a todos ellos no ha nosotras, a nosotras nunca ( y aquí el nosotras debe entenderse como todos aquellxs sujetos subalternos que por dicha categorización han devenido mujeres, devenido queer, devenido minoritarixs), a nosotras no se nos legitima sino a través de la (nuestras) muerte(s) para que el orgullo viril, simbólico y real, sobreviva".


Y el artículo de Diagonal "La enésima versión de la caza de brujas", por Marta G. Franco, que sostiene que "la propagación del calificativo ’feminazi’ denota interpretaciones manipuladas del feminismo interesadas en que haya un retroceso en la situación de las mujeres".