Aclaraciones previas: de felicismos y críticas

Antes de la próxima entrada he de aclarar unas cuantas cosas:

El previo del previo para las que no saben de qué va esto: en las últimas semanas en Bogotá ha habido dos encuentros feministas: el ELCAP Feminista (del 18 al 21 de nov., autogestionado, promovido por un grupo de brujas experimentosas entre las que me incluyo, con 400 personas participantes) y el EFLAC (del 23 al 26 de nov., en su 12 edición, con una larga trayectoria, institucional, subvencionado, 1200 mujeres). No eran antagónicos, ni uno se planteaba como el contra del otro, ni mucho menos. Se trataba de estrategias y posicionamientos políticos diferentes que aprovechaban las fechas para jalar a más gentecilla. Muchas hemos participado en / asistido a ambos. Asimismo, el 25 tuvo lugar la marcha contra la violencia hacia las mujeres, en las que participamos personas muy diversas.

He disfrutado muchísimo en el ELCAP Feminista, pero no he hecho una crónica completa (sólo de la inauguración, la cual pueden ver aquí) porque estoy publicándolo todo en el blog del Encuentro, así que pásense por ahí y vean cómo he/hemos vivido este experimento. Sí se ha podido la autogestión, el feminismo autónomo, radical y de base, la criticidad y la sororidad cañera (no la ñoñix). 

He disfrutado en la Marcha del 25N. Con mis muchas críticas a la institucionalización bestial del feminismo; a esos partidos, concejos y demás, haciéndose publicidad a base de su hipócrita solidaridad con "esas pobres mujeres" que sufren violencia. El género ES la violencia, señores... Ainch... Un discurso simploide mujerista tan poco feminista... Pero fui feliz con mi cartel de "el feminismo será anticapitalista o no será", con mis compas desatadas, con Karo gritándole a cada unx de lxs policías, altavoz en mano: "no queremos policías que nos protejan", con la borrachera posterior y las salsas compartidas.

También he sido feliz rodeada de cañeras en casa: Amaia y Naiara desde Euskal Herria, Ceci desde Argentina, Jimena y Caro desde Cali, Itzel y Doris desde Nicaragua, Marta desde Ecuador, Alejandra y Shai desde México... Compartiendo con nuevas compas (Nina, Kaká, Eve, Julia Warmi, Ivonne, Erika, Jonathan...) y re-conociendo a otras (Claudia, Jannia, Lina, Ana Mª, Ángela, Andrea, Camila, Rocío, Nancy, Alejandra, Inma, Ángela, Sandra, Lorena, Saraya, Sole, Fer, Karo, Estefanie, Jeannette, Carol, Mar, el resto de las brujas elcapianas y un largo etcétera).

Y sí, también he disfrutado en el EFLAC. Y también me he revuelto entera. Me ha causado dolor. Porque no era "mi" encuentro; ni antes ni durante lo he sentido como mío, por institucional, por poco participativo... Por ésta y otras cuantas razones voy a elaborar una entrada crítica con el mismo, narrando la otra cara de la moneda. Porque sí, de monedas (y milikos) se trataba. Sé que no refleja ni muchísimo menos la globalidad de lo que allá sucedió, y es por eso que hago esta aclaración: es una entrada parcial y subjetiva, como todo en esta vida, oiga. Se podrían hacer una y mil crónicas del evento, y estoy segura que las harán, y la mayoría lindas y apasionadas; por eso yo voy a contar otra cosa, pa no repetir la misma cantinela. Por supuesto tengo cosas lindas que rescatar... Se me ocurre: Las trabajadoras sexuales argentinas sentenciando en la plenaria: "Déjennos pensar, dejennos hacer, si mi cuerpo es mío para obtener placer, para abortar... también lo es para ejercer el trabajo sexual. Sí sabemos adónde vamos [...]  Somos las primeras que están en la lucha contra la trata, contra la explotación sexual infantil... por la equidad entre todas las personas"; Las noches de "desnudo y desate. ¿Me reanudas?"; Mis brujas colándose; Algunos debates interesantes; El video del closet, muy divertido!...

Ahora sí, aclarando que he sido feliz, me pongo a escribir lo otro, porque sin conflicto no hay crecimiento, sin crítica no hay transformación, sin despedazar ese poder y ese patriarcado que nos atraviesa y construye nuestras subjetividades y relaciones no vamos a ninguna parte.