Apuntes críticos sobre el EFLAC. Por un feminismo sin escarapelas ni tarimas

Recomiendo que lean las aclaraciones previas para contextualizar esta entrada. Sin más, allá voy:

La semana pasada participé en el Encuentro Feminista Latinoamericano y del Caribe, el EFLAC, en su 12ª edición, en Bogotá, cumpliendo 30 años desde que se celebrara por primera vez en esta ciudad. Y hay muchas cosas que me han incomodado, hecho sentirme fuera de la dinámica y reafirmarme en que éste NO es el feminismo que yo quiero. Supongo que esta afirmación les hará temer a muchas la "desunión" entre las feministas o les molestará lo "excesivamente autocríticas" que somos, pero justo por eso amo yo a este movimiento: porque no tenemos miedo al conflicto, porque asumimos, estrujamos y problematizamos nuestras contradicciones, porque somos diversas, y porque sabemos decir "esto no lo queremos" a la vez que desplegamos una cantidad de propuestas creativas para transformar este mierda de mundo y crear otros no jerárquicos, "sin tarimas ni escarapelas".

En amarillo van las críticas; en lila las disidencias (se incluyen sólo las que me consta que se dieron durante el encuentro)

EL COSTO: La participación por persona en el EFLAC tenía un costo de nada más y nada menos que 216.000 pesos colombianos (unos 85 euros), para todas por igual, independientemente de que provinieras de una comunidad indígena con escasos recursos, estuvieras en paro, fueras estudiante o... vivieras en Bogotá y no necesitaras el alojamiento ni la alimentación. Sí, ese dinero cubría la habitación en un hotel (lujoso y de militares, ahora iremos a ese tema), 4 noches, la alimentación (la cena no) durante los días del encuentro y la participación en el mismo: cuando te inscribías te regalaban un bolso, un póster, un cuaderno, bolígrafo, chubasquero y la programación. También te daban una escarapela (acreditación) en la que figuraba tu nombre junto a un código de barras (en fin...). En la inauguración nos dieron tamborcitos y boas (bufandas) de plumas, las cuales, por cierto, eran "naturales", de pajaritos de verdad. Yo, no sé ustedes, pero NO NECESITO todo eso. No sé cuánto haya costado, pero estoy segura que toda esa suma podría haber financiado el pasaje de muchas, o disminuir el costo para todas... Además, contando con un presupuesto bestial.

Por supuesto, deberían haber contado con cuotas diferenciales, en función de los recursos o de las necesidades de cada cual, estrategia en la que venimos ahondando las feministas hace años: yo vivo a dos cuadras del hotel, no necesitaba alojarme allá ni comer su comida. Muchas otras compas provenientes de otros lugares también contaban con amigas que las podían hospedar, o preferían un albergue más humilde...  Ni que decir tiene que muchísimas compañeras, que seguro tienen tanto que aportar como las otras, no han podido asistir; muchas no han querido; muchas, como compas indígenas bolivianas con las que he hablado, lo han podido hacer sólo gracias al apoyo de ONG (qué mierda de dependencia estamos fomentando? a vueltas con la cooperación...); y otras sí han querido pero no pagando, para mostrar su inconformidad con el manejo de los recursos.

LA PARTICIPACIÓN en la organización: como denuncian compañeras de acá, la organización no fue de todas. Se ignoraron las dinámicas participativas que favorecen el acceso a estos procesos a muchas personas, con trayectorias feministas, profesionales o formativas diferentes. No se convocó de manera amplia a las feministas de la región, incluso -de manera directa o indirecta- se rechazó o disuadió la de otras compas, y se "invitó a opinar sólo a las amigas ignorando flagrantemente otras voces". Asimismo, esos días se impusieron dinámicas pre-diseñadas que impidieron la construcción colectiva del encuentro y encorsetaron las maneras de actuar y los debates que se dieron. Con respecto a éste y otros temas las compañeras de Desacato feminista elaboraron un manifiesto crítico y razonado que pueden leer aquí: "El XII EFLAC es de todas… incluso de quienes tenemos diferencias en las formas de organizarlo".

DISIDENCIA 1: Es por ello, y por otras cuestiones que relacionamos posteriormente que se llevo a cabo la campaña "NO pagué, NO consumo y participo" impulsada por compañeras inconformes con esta política excluyente (aquí el evento en facebook). Éstas hicieron esta escarapela (acreditación) adjunta la derecha para reivindicar su legítimo derecho a participar, ya que "todos los recursos gestionados (más de 1.500 millones de pesos) fueron asignados al movimiento feminista latinoamericano y del Caribe, no a unas pocas, y semejante valor cubre con creces lo necesario para que todas podamos participar". El recibimiento de las chicas fue muy hostil, instándoles incluso a abandonar el hotel -a pesar del acuerdo con que entraran que mostrábamos la mayoría de compañeras-, como narra la compa Nancy Prada en sus crónicas (les recomiendo muchísimo que las lean, visibilizan esta problemática, aporta nombres y apellidos con los que identifica responsabilidades y denuncia ésta y muchas otras cuestiones críticas del EFLAC). Las "crónicas de un desencuentro anunciado" pueden leerse en facebook (crónica 0, crónica 1, crónica 2, crónica 3). (Ahora también en el blog de la revista vozal)

EL HOTEL: Aquí hay que resaltar dos aspectos: por un lado, el LUJO. Por favor, el feminismo será anticapitalista o no será!!! Vamos a ver, ¿cuánto tiempo llevamos las feministas criticando al capital, la lógica en la que nos subsume y favorece a unOs en detrimento de las otrAs, valorando el beneficio y la acumulación en lugar del bienestar de las personas? ¿Cuánto diciendo que por el capital se mata, que el capital mata? El feminismo latinoamericano y del Caribe no es burgués, no lo es. Es cooperativo, comunitario y horizontal. No me van a hacer creer que es como algunas (que parecen que tampoco han entendido que lo personal es político y viven como ricachonas) quieren. Muchas nos sentimos incómodas en esas mansiones de habitaciones, no necesitábamos 7 almohadas, ni que nos cambiaran la toalla diariamente, ni que se tirara la comida que sobraba (por cierto, los refrigerios no eran aptos para vegetarianas, flipa), ni estar en grandes auditorios con una súper iluminación y tarimas que no favorecieran el diálogo y el re-conocimiento colectivo.

El otro aspecto es MILITARIZACIÓN: Éste es otro gran temón sobre el que se ha hablado mucho. En el momento en el que se hizo público que el Hotel Crown Plaza Tequendama iba a ser la sede del Encuentro saltaron las alarmas de muchas. Y con razón. Colectivas como la Escuela Feminista de Medellín (aquí su carta), las Mujeres Creando Comunidad de Bolivia (aquí su propuesta) o las compas de Desacato Feminista de Bogotá (aquí su carta) manifestaron su estupor y desacuerdo con la decisión de realizar el EFLAC en un espacio que "pertenece al Grupo Social y Empresarial de la Defensa (GSED), grupo económico que es dependiente del Ministerio de Defensa colombiano. Dentro de este grupo el Hotel Tequendama se encuentra en el grupo de empresas de servicios en el que también se encuentran el club militar y el círculo de Suboficiales de las FF.MM". Denuncian, entre muchas otras cosas, que "la sociedad hotelera Tequendama está constituida en un 94% por acciones que son de la caja de retiro de las fuerzas militares" y que "el GSED ocupa el 8º lugar entre las 100 principales empresas Colombianas, en cuanto a ingresos operacionales alrededor de $4.8 billones". Para más información lean los comunicados. También hubo cartas de apoyo al comité organizador, y una decisión final de dicho comité que no asumía esa enorme y feroz contradicción. A muchas, muchísimas! nos parece vergonzoso que en un país donde el conflicto armado pesa años, pesa muertes, pesa dolor... donde el ejército viola, mutila, desplaza, asesina a mujeres, a personas de todos los signos y colores (especialmente a las más vulnerables), donde desgarran cuerpos y vidas en pos de una guerra patriarcal, las feministas contribuyamos con nuestro dinero, tiempo, espacios... a esa muerte y a ese llanto. El feminismo será antimilitarista o no será!!!


LA "SEGURIDAD": En relación con lo anterior también nos ha molestado notablemente el concepto de seguridad que se ha manejado en el EFLAC. En dos sentidos: por un lado, la identificación de la seguridad con las fuerzas represivas. Militarización no es seguridad, es violencia. Durante todo el encuentro hemos estado rodeadas de milikos asesinos que no nos permitían sentirnos libres de habitar el espacio y nos amedrentaban con sus metralletas. En la maniestación del día 25 nos dieron unas "normas" para la marcha (muy fuerte). La 4ª rezaba algo así como: "En caso de emergencia diríjase al personal de logística o policial". Yo no quiero que el policía que después me reprime, me detiene, me tortura, me mata!!! me proteja! ¿Y el CUIDADO entre nosotras? ¿Y la sororidad? ¿Y esa autogestión colectiva de los cuerpos que tanto hemos predicado las feministas? Estrategias como la autodefensa llevan desarrollándola las feministas desde hace años para aprender a gestionar la violencia, a defenderse de los machos sin necesidad de que otros igual de machos las protejan... 2. Por otro lado, ¿qué es eso de que el Centro Internacional es seguro? Con esa afirmación se están obviando dinámicas perversas centro - periferia que estigmatizan a los barrios populares. Yo, desde luego, no me siento segura en ese centro financiero. Yo, desde luego, no creo que las que no hayan salido de ahí estos días, tengan la más remota idea de lo que es Bogotá, de lo que es la diversidad, ni la desigualdad, ni la gente desplazada, ni las estrategias buscavidas. Qué pena más grande que desde el feminismo se maquille la realidad.

DISIDIENCIA 2: Muchas estábamos hartas, hartitas de todo eso. Así que, aprovechando el 25 de noviembre, ese día se pegaron carteles contra las violencias machistas y contra la militarización de la vida por el hotel. Éstos, como era de esperar en un espacio así, fueron quitados de inmediato, con la complicidad de algunas organizadoras, para más inri. Así que una compañera se desnudó con los mensajes inscritos en su cuerpo. Como dicen las compas de Feminismos Nuestroamericanos sobre las que irrumpieron en el espacio "dicen: no, no más encuentros feministas sin autogestión, sin escarapelas, sin clasismo ni racismo, sin descalificaciones dolorosas por llevar adelante los propios procesos de autoconciencia / autonomía / acción política feminista; los espacios feministas son de feministas, no del capitalismo militarizado. La acción de la foto se llevó a cabo hoy en el lobby del hotel, luego de que los carteles de protesta y de gozo feminista, que se pegaban una y otra vez en diferentes lugares del hotel, venían siendo retirados del lugar. La compañera nos decía: los que queden en mi cuerpo no se los llevarán, y así fue: no se los llevaron".

Aquí la compa desnuda y con nosotras (la segunda foto extraída de aquí): Ni un EFLAC más sin autogestión!!! Nuestros cuerpos, nuestros espacios...

EL CONTROL: Sufrimos un constante acoso con los escarapelas (acreditaciones). No nos dejaban entrar sin ellas a ninguna parte, nos pedían el nombre de la habitación... Sin dejarnos movernos libremente por el espacio, lo que, unido a la militarización del lugar, en momentos, nos hacía sentirnos presas y no favorecía en absoluto la interacción y el encuentro entre nosotras, como en teoría pretendía el hecho de ubicarnos en un mismo lugar a todas. Ni que decir tiene que se trataba de una dinámica excluyente que impedía tajantemente la participación de muchas y que nos dificultaba la (re?)apropiación colectiva del encuentro. ¡¡¡Por un feminismo sin escarapelas!!!

¿CON QUIÉN CONVIVIMOS?: En esos días, para rizar el rizo, tuvo lugar un encuentro de ¡¡¡reinas de belleza!! sí, sí, de las misses colombianas. Por otro lado, y muuuuucho peor, se realizó el "Banquete del Millón" con... curas!!! y asistía también ¡el Procurador! (para las que no lo serpan, el Procurador General de la Nación, Alejandro Ordoñez, se caracteriza por su flagrante misoginia, homofobia y fundamentalismo católico reflejado en sus discursos y políticas. Las feministas llevan tiempo realizando acciones contra él: aquí y aquí un par de ejemplos). Y por lo visto también iba el presidente Santos. Qué miedito... Los militares seguían, y requisaban a mujeres (a unas más que a otras, adivinen a cuáles?). Todos los poderes que nos oprimen juntos en ese mismo lugar: el ejército, la iglesia, el estado, los cánones hegemónicos de belleza que encorsetan y enferman nuestros cuerpos... Y las feministas ahí, y todxs tan cómodos. Yo no quiero eso, yo quiero un feminismo que pique, que rasque, que zarandee y que incomode. Quiero irrupciones, quiero molestar. ¡¡¡Por un feminismo incómodo!!!

OTRAS PERLITAS: Otras cosas críticas que han pasado en el EFLAC tienen que ver, por ejemplo, con la formalidad y verticalidad (y una vez más, el lujo) de muchos de los espacios como, por ejemplo, el de la plenaria final, como denunciaron muchas compañeras ¡¡¡Por un feminismo sin tarimas!!! Por otro lado, la guía de Bogotá que se incluye en el programa es gomela (pija) no, lo siguiente: se recomiendan los cafés más caros de Bogotá, el pasaje comercial (monstruo monopolizado neoliberal para gente con mucho poder adquisitivo) como lugar para hacer compras, el "éxito" (macrocadena de supermercados de acá) para comprar la alimentación, ¡con todas las tienditas de pequeñxs propietarixs que hay! A modo de ejemplo, copio literalmente de la guía "El éxito está en el centro comercial San Martín donde hay tiendas de ropa a buenos precios de las marcas más reconocidas en Colombia" (por-fa-vor!). También hay recomendaciones para comprar esmeralda, artesanías "de buena calidad". En fin...

DISIDENCIA 3: En el acto de cierre del encuentro, había un espacio para declaraciones finales. Muchas personas impulsoras de la iniciativa "NO pagué, NO consumo y participo" más otras que estábamos descontentas, decepcionadas y enfadadas por todo lo anterior (de todas los orígenes y edades), subimos juntas a la tarima. Nuestra compa Ivonne recogió todo lo hablado, y manifestamos sin tapujos nuestro descontento a todo el público, bien alto y claro.

Aquí el vídeo desde la tarima (gracias, Alejandressa):

Sí, gritamos:

POR UN FEMINISMO ANTICAPITALISTA, ANTIMILITARISTA, ANTIRRACISTA, LAICO, NO EXCLUYENTE, PARTICIPATIVO, POPULAR, SIN ESCARAPELAS Y SIN TARIMAS.